martes, 17 de marzo de 2009

Tiempo

Hace tiempo llegó a mi vida una persona bastante curiosa, todo el mundo decía que se trataba de alguien importante, aunque la verdad a mi no me lo parecía tanto. Para mi era un tipo corriente, algo escurridizo eso sí y si había algo que desde luego lo hacía único era su forma de relacionarse con la gente.
Cuando mejor lo estábamos pasando él se marchaba pitando y en cambio cuando apenas sabíamos de qué hablar no había forma de quitárselo de encima.
Otra de sus manías era no quedarse nunca quieto, siempre tenía que estar dando vueltas y vueltas alrededor de la habitación... en fin, supongo que todos tenemos nuestras cosas.

El caso es que hubo una época extraña en la que me di cuenta de que nos estábamos distanciando, asíque me dediqué a pensar en formas de poder disfrutar juntos pero me di cuenta que de esa manera solo conseguía perderlo más.
Al final la solución fue lanzarme de lleno con él y empezar un montón de actividades nuevas, y así fue como realmente noté que empezábamos a aprovechar nuestra amistad.

También él tiene sus momentos caprichosos y me ha alejado de algunas personas, ha puesto a otras en su sitio y ha introducido alguna cara nueva en mi mundo.
El caso es que sea como sea y por mucho que yo me imponga, él siempre lleva las riendas y la verdad aun no se muy bien hacia donde me lleva.

Esther

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado,tal vez es un poco corto.
Quiero una segunda parte!!!

NoeMi dijo...

Muy bueno tu texto, el es a veces amigo a veces enemigo, aunque creo qeu debemos resistirnos a que el lleve las riendas....

Anónimo dijo...

Me parece que todos conocemos a alguien así a lo largo de nuestra vida... por suerte o por desgracia, según el final...

DARIO